La tecnología ha transformado nuestra forma de trabajar y esta premisa, aunque parece simple, tiene un trasfondo sumamente amplio. Por su naturaleza, el ser humano siempre ha buscado la mejora continua en todos los aspectos de su vida, incluyendo el laboral. Si nos remontamos a la historia, en el siglo XVIII, los primeros desarrollos de las máquinas de vapor optimizaron y potenciaron la producción en las industrias; de igual forma, leímos sobre la producción en masa que se dio gracias al uso de la energía eléctrica en vísperas de la Primera Guerra Mundial.
Más recientemente, fuimos testigos de cómo el internet y la computación dieron un giro de 180 grados a todo lo que conocíamos, con tan solo un par de clics y una conexión a internet podemos acceder a miles de millones de datos y tener charlas con nuestros equipos, sin importar el lugar del mundo en el que estén. Este fue un punto de inflexión clave, pues no solo transformó la manera en la que trabajábamos, sino que modificó nuestras formas de relacionarnos.
Ante este nuevo paradigma laboral, que trae consigo nuevas dinámicas de interacción, colaboradores cada vez más demandantes y que, a diferencia de los anteriores, tiene a la tecnología como principal protagonista; las compañías de todos los sectores se han visto obligadas a reinventarse. Y mucho más ahora con la irrupción de modelos como el trabajo híbrido que, de acuerdo con una reciente investigación de la Federación Colombiana de Gestión Humana (ACRIP), actualmente está siendo implementado por cerca del 80% de las empresas en Colombia.
Si bien la alternancia ha sido sumamente beneficiosa tanto para las organizaciones, que han encontrado una manera de atraer y retener al talento y potenciar su productividad, como para los colaboradores, que bajo este modelo tienen más flexibilidad y autonomía, también presenta una serie de retos interesantes:
Tecnología adaptable En un modelo híbrido es imperativo que los equipos tengan a disposición las herramientas y soluciones adecuadas para llevar a cabo sus tareas de la mejor manera posible. La misión es clara: ofrecer la mejor experiencia al trabajador, sin importar cual sea el lugar desde el que ejerza sus funciones. En ese sentido, es fundamental que la tecnología tenga la capacidad de ajustarse a las necesidades y particularidades de cada colaborador, a priori puede parecer un objetivo sumamente difícil de cumplir, sin embargo, gracias al trabajo que hemos hecho desde compañías como HP Inc., esta tarea hoy es mucho más sencilla.
Hemos desarrollado modelos específicamente para los retos de la alternancia como la HP Dragonfly G4, HP EliteBook 1040 G10 y HP Elite x360 1040 G10, que cuentan con funciones como la Multi-Camera Experience, que permite el uso simultáneo de dos cámaras; el Auto Camera Select, que usa la detección inteligente de rostros y el HP Be Right Back20, que brinda la posibilidad de cambiar el video a una imagen fija sin interrumpir una reunión cuando sea necesario un descanso, entre otras, que permiten a los colaboradores trabajar prácticamente desde cualquier entorno.
Cultura digital
Si bien la tecnología es fundamental para un modelo híbrido exitoso, la implementación de cualquier solución debe estar soportada en una cultura organizacional abierta, que propicie la creatividad facilite la innovación y, sobre todo, que sea transversal a todas las áreas de la empresa. Como líderes es nuestra obligación valorar la diferencia, promover el trabajo colaborativo, y recompensar la creatividad, solo así podremos lograr que nuestras compañías tengan la capacidad de adaptarse a un entorno empresarial en constante evolución.
Con las facilidades que dan la inteligencia artificial, el aprendizaje automático, los hologramas, los dispositivos inteligentes, entre otros avances, el camino está labrado para que las empresas demos el siguiente paso. Mi invitación es a seguir usando la tecnología para potenciar el talento en nuestras organizaciones, priorizar el bienestar de nuestros equipos y fortalecer culturas corporativas abiertas.
コメント